Buscando un mundo más habitable y acogedor, Fernanda Ungar intenta transformar los espacios; confía en que desde la creatividad y la expresión el arte sana. Teniendo como base a las artes del fuego, apuesta al poder alquímico de transmutación que toda nueva realidad posee. Sus objetos, que ensamblan la liviandad del vidrio con la solidez de distintos elementos (madera, hierro, piedra), se resuelven entre el contrapunto de un tupido barroco y el alivio de una desnuda transparencia abstracta. Descripción y análisis por Angeles Smart
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